martes, 25 de agosto de 2009
El reino de Dios
Al pensar en un reino, pensamos en un lugar en particular. Una nación, un estado en donde el soberano es sin duda, un Rey.
El reino de Dios, es un reino en donde su Rey es Jesucristo. Y nosotros los que creemos en El, sus servidores, habitamos por la fe en dicho Reino.
Esta afirmación anterior nos deja la siguiente reflexión: Si vivimos en este Reino espiritual en donde Cristo Jesús es Amo, Rey y Señor, nosotros, sus súbditos, esclavos y servidores; estamos “gloriosamente obligados” a vivir de acuerdo a su evangelio y a la piedad cristiana.
Ahora, que significa vivir en este Reino tan hermoso?
Significa que hemos sido perdonados de nuestras faltas y ahora podemos habitar y gozar los beneficios del Reino de Dios.
Mat 3:1-2 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Significa que ahora estamos dispuestos a vivir una vida de negación constante, dispuestos a sufrir y hasta morir por causa de nuestro Rey su evangelio.
Mat 10:37-39 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Significa que habitamos bajo la poderosa mano de un Rey que sana nuestra alma y cuerpo de todo tipo de herida, mal y enfermedad.
Luc 9:11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.
Significa que hoy dependemos absolutamente de Dios en todas las aéreas de nuestra vida, especialmente en nuestro espíritu, el cual en Su Reino es totalmente dependiente de Él.
Mat 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Significa que vivimos en un lugar en donde se hace la voluntad de Dios en todo momento, en cada circunstancia y lugar.
Mat 6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El Reino de Dios es sin duda el mejor lugar para empezar a vivir la vida eterna que ya tenemos ganada al vivir bajo la autoridad de Dios y de Su Hijo Jesucristo. Si adoptamos la ciudadanía de este Reino, con seguridad viviremos eternamente con El al ser arrebatados por EL.
lunes, 9 de marzo de 2009
La Iglesia del Señor
La Palabra de Dios es categórica al afirmar que nuestro Señor Jesucristo regresaría a la tierra, y que como preludio a su segunda venida, el arrebataría a “Su iglesia”.
Pero quien o cual es “Su iglesia”?
La iglesia del Señor somos todos aquellos que hemos recibido al Señor Jesús como Salvador y Señor.
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Rom 10:9-10 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
La iglesia del Señor la formamos todos aquellos que vivimos arrepentidos y velando constantemente su regreso a la tierra.
Pro 8:34 Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
Luc 12:37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
La iglesia del Señor somos aquellos que practicamos la piedad, la justicia, la fe, la paciencia y la mansedumbre.
1Ti 6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
La iglesia del Señor la formamos aquellos que nos guardemos sin mancha del mundo y que además practicamos la caridad Cristiana cuidando de los desamparados.
Stg 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
La iglesia del Señor no es un edificio, ni una gran catedral. Somos los que hemos sido redimidos por la sangre de Cristo. Es un edificio formado por aquellos que amamos a Dios, a Su Palabra y que vivimos en la libertad del Hijo de Dios.
Ef 2:20-22 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Isa 62:11--12 He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra.
Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.
La iglesia del Señor somos aquellos que servimos y trabajamos por y para el Señor en el mundo entero llevando la Palabra de salvación y el evangelio de Jesucristo.
Mat 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
1Pe 2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Somos la Iglesia del Señor. Maranatha!!!
sábado, 7 de febrero de 2009
Dios es Luz, y no hay tinieblas en El
Sin temor a equivocarme puedo decir que la oscuridad no existe.
Y es que las tinieblas llegan cuando la luz se va, es decir, sin luz llega la oscuridad.
Definiéndolo mejor, la oscuridad es la ausencia de luz, y Dios es Luz.
La vida de una persona que no tiene a Dios, es una vida que vive en la oscuridad. Sus pasos son inciertos y no hay dirección en lo que hace, ya que la ausencia de luz hace que cada paso que tome sea incierto, sin sentido y sin dirección.
Nuestra vida debe de ser dirigida por Dios, y para eso, necesitamos tener Luz en nuestra vida.
Esa luz es nuestro Dios.
Reconozcamos hoy que necesitamos a Dios en nuestra vida, oremos hoy y abramos nuestro corazón para que su Luz venga sobre nosotros y nos ilumine.
Que esa sea nuestra oración diaria, que su luz no se aparte de nosotros, o mas bien, que nosotros no nos apartemos de Dios, para que no nos haga falta su luz.
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