lunes, 26 de septiembre de 2011

No dejemos de orar!





Lucas 18 del versículo 1 al 7 dice lo siguiente:

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.

Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.

Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?”

Hay dos principios de la oración que podemos observar de la anterior porción.

En primer lugar podemos ver la PERSISTENCIA, la PERSEVERANCIA. La parábola actual nos insta a  persistir en el ruego y en la suplica sin desmayar. En segundo lugar tenemos la FE de que nuestra petición encontrará respuesta. Las escrituras nos dicen que “sin fe es imposible agradar a Dios”, es decir que las respuestas a nuestras oraciones son activadas por la fe que tenemos al insistir y perseverar en la oración.

No dejemos de orar, porque solo Dios sabe cuándo va a responder nuestras suplicas. Y recuerde los ingredientes principales de la oración: Fe y Perseverancia. Sigamos orando.

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